viernes, 15 de junio de 2012

PARAPOLICIAL NEGRO: apuntes para una prehistoria de la AAA

En 22 de enero de 2007, las calles porteñas amanecieron empapeladas con afiches. Tenían la siguiente leyenda: “No jodan con Perón”. La inconclusa amenaza llevaba la firma del sindicato ferroviario La Fraternidad, el sello de la CGT y las 62 Organizaciones Peronistas. Por esos días se había realizado un pedido de captura de María Estela Martínez de Perón, a raíz de la causa que investigaba los crímenes cometidos por la Alianza Anticomunista Argentina (AAA). Su detención abría la puerta para indagar sobre la responsabilidad del poder ejecutivo de la última presidencia de Perón en el asesinato de unas 1500 personas, en manos de esa banda criminal fascista.

Una obra contundente
El filme de Javier Diment Parapolicial Negro, desmenuza desde sus orígenes el entramado de poder de la AAA, a partir de la figura de Eduardo Almirón Sena, uno de sus capangas.
El documental es contundente desde todo punto de vista: se apropia del tono del policial negro para contar de manera descarnada la mugre de este aparato podrido desde antes de que existiera. Es contundente en su denuncia a la burocracia sindical y sus vínculos con las AAA, exponiendo su participación coordinada a través de la Concertación Nacionalista Universitaria y la Juventud Sindical Peronista (JSP). Es contundente al retratar lo fundida que está la corrupta fuerza policial con el crimen, los robos, los secuestros y las mejicaneadas, todo un caldo de cultivo y reclutamiento para las patotas parapoliciales y lo grupos de tareas. Es contundente al demostrar hasta qué punto el Estado puede organizar y facilitarle sus recursos, sin miramientos, a una patota asesina destinada a aplastar el clasismo, hasta que la llegada de una dictadura militar haga que su existencia ya no tenga sentido.

Una inquietante actualidad
Parapolicial Negro no deja la historia encapsulada en los ’70. El filme desenmascara la vigente impunidad de la burocracia sindical y las fuerzas represivas, una herencia de poder de la AAA presente en nuestros días. El “No jodan con Perón” de La Fraternidad es, en definitiva, un “no jodan con nuestra impunidad”. Cualquier espectador, haciendo un simple ejercicio de memoria reciente, puede concluir que las condiciones políticas que parieron a la AAA continúan intactas. Cabe recordar a la presidenta en el Luna Park, cuando el 14 de septiembre de 2010 le dijo a su juventud: “Si nosotros hubiéramos podido sentarnos junto a los jóvenes de la Juventud Sindical, como ustedes se sientan ahora, ¡qué país diferente hubiéramos tenido!”. Si, CFK se refiere a la misma JSP que formó parte del accionar terrorista de la AAA. 36 días después del acto en el Luna Park, con métodos no muy distintos a los de otrora, una patota reclutada por la burocracia ferroviaria asesinaba a Mariano Ferreyra, mientras la policía liberaba la zona.
La peli tiene infiltrada, entre el documental, escenas de ficción muy bien elaboradas, de impactante y cruda violencia. Cuenta con las actuaciones de Luis Ziembrowski y Sergio Boris, entre otros. Estas escenas son recreaciones de situaciones plantadas en el documental, pero no hacen una reconstrucción de época: se desarrollan en el presente, recurso que le deja al espectador una sensación de proximidad con los hechos. Como si esa brutalidad estuviera ocurriendo ahora, cosa que no deja de ser cierta.
Parapolicial Negro es un sólido documental de entrevistas que mantiene siempre en vilo la atención del espectador. Logra construir un relato de género con los mejores elementos del policial negro, pero puestos al servicio de un inquietante retrato de nuestra actualidad: el de una policía criminal, una burocracia corrompida, un poder abyecto y decadente, en el que anida, no tan silenciosa, una asesina derecha peronista.

Parapolicial Negro puede vivirse en el cine Gaumont.
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